El Dr. Claudio Ubertino Rosso habló en su espacio acerca del dicho “mas viejo que Matusalen”
En nuestro vocabulario suele decirse cuando vemos algo muy, pero muy vetusto la frase: “ Esto es más viejo que Matusalen “.- Pero si preguntamos quien era esta persona a la que aludimos como “ muy vieja “, derrapamos, no tenemos ni idea de ello.
Matusalén según los textos bíblicos, era el Abuelo de Moisés. Genealógicamente se lo conecta con Adán. El Antiguo testamento lo considera la persona más longeva, aluden que tenía 969 años.
¿969 años? ¿ Puede durar un ser humano esa cantidad de años y en esa período tan particular?
La explicación más concreta consiste que en los comienzos de la época que aludimos, período antediluviano en el Antiguo oriente, 3000 años antes de Cristo , los años se contaban en meses lunares, y haciendo un poco de cálculo, a criterios actuales, no sería más de 200 años la edad de Matusalén – que no es poco – . Matusalén fue víctima del diluvio, ósea no formó parte de la tripulación del Arca de Noé.
La Iglesia Católica lo considera Santo, su día en el santoral se lo recuerda el pasado 22 de Febrero.
Viendo desde el plano histórico, siempre a modo excepcional hubo personas muy longevas, partiendo de la premisa que la esperanza de vida comenzó a ser medida recién en el siglo 20, pero recordemos que en el Siglo anterior – 19 – la esperanza de vida rondaba entre los 50 a 60 años.
Las excepciones a la regla existieron, por ello uno de los temas que siempre movilizaron a la ciencia medica mundial ha sido prolongar la vida, ósea frenar el envejecimiento.
“ Este proceso de freno al envejecimiento, viene de la mano que los humanos hemos soñado con encontrar una manera de engañar a la muerte “, esta frase es la introducción al libro: ¿ Es posible frenar el envejecimiento? La ciencia en las fronteras de la vida de Salvador Macip – Colección Descubrir la Ciencia – Año 2016.
La mitología esta poblada de numerosas historias relacionadas con la búsqueda de la inmortalidad, pero la realidad que es la velocidad vertiginosa que se nos presenta en este siglo 21, la lucha contra el envejecimiento probablemente – dice el autor citado – sea uno de los frentes que más sorpresas nos reserva.-
En el primer capítulo del libro sobre las causas biológicas, nos lleva a preguntarnos que es exactamente este proceso de envejecer, por que hoy las pirámides de población se invierten en la mayoría de los países desarrollados, esta tendencia al aumento de personas longevas , también es acompañado con el descenso de los nacimientos.
Consecuencia que los demógrafos alertan es que el próximo 2050, probablemente habrá más del doble de viejos que de jóvenes menores de 15 años.
El autor cierra con otra frase brava: “ Esta probabilidad refuerza la idea de que reproducirnos ha dejado de ser la prioridad principal, y vivir más y mejor, ha pasado al primer plano “.-
En el libro que comento, nos lleva a los records documentados de quienes han superado los Cien años de vida, el libro Guiness de Records, tiene contabilizado hasta el año 1998 que la persona más longeva que ha vivido hasta el momento es JEANNE LOUISE CALMENT, quien vivió 122 años y 164 días, nació en Francia el año en 1875 y falleció en 1997.-
Este dato acrecentó mi curiosidad sobre el tema, busqué en Wikipedia sobre esta mujer, ampliando algunos datos interesantes de su vida, hasta ahora siguiendo el eje de los récords superó a no menos de 328 supercentenarios verificados, el anterior más longevo era un japonés de 116 que había fallecido en el año 1995.-
Como dije estas son excepciones, pero desde la gerontología, viene siguiéndose con detenimiento que en algunos países del mundo, existen lugares donde se encuentran personas longevas que llegan a superar los 100 años de edad.
Estas zonas o regiones identificadas por demógrafos, con particularidades y características específicas y prácticas propias del lugar, generan alta incidencia en el aumento de la longevidad.
Se denominan zonas azules, de acuerdo al investigador Dan Buettner, autor del libro EL SECRETO DE LAS ZONAS AZULES, da cuenta que existen hasta el momento cinco zonas que se han estudiado: La Isla de Cerdeña ( Italia ) , la Isla de Okinawa ( Japón), La ciudad de Loma Linda ( en California, EE.UU ), la Península de Nicoya ( en Costa Rica ) y en la Isla de Icaria, en Grecia cercana a la costa Turca.
Este tema también lo trae a cuento a quien nombre en mis anteriores columnas – al Psquiatra Pacho O´Donnell – en su libro “ La nueva vejez “.
Cuales son las características que comparten las personas longevas en estas zonas: Estar activos cumpliendo con las exigencias cotidianas, tener un propósito de vida claro para levantarse cada día, mantener el estrés bajo. Llenar tan solo el 80% del estómago al comer, tener una dieta principalmente vegetal y frutal, consumir moderadamente de alcohol, socializar con personas estimulantes en actividades gratificantes, mantener relaciones estrechas con familiares y amistades y pertenecer a una comunidad espiritual o solidaria.
Nuestro país, la provincia de buenos aires y Luján no es ajena a esta realidad de buscar una longevidad activa, por ello si nos detenemos en buscar situaciones especiales hallamos casos muy puntuales en donde hay personas que llegan a los 100 años bien.
Dias pasados, en ocasión del mes de la mujer, participó del evento organizado por la Subdirección de Adultos Mayores una adulta mayor de 100 años, llena de vitalidad, su presencia motivó el entusiasmo de las personas que allí estaban expresándole un sinnúmero de afectos. ( La foto esta en la página de Facebook de la Casia de la Tercera Edad Municipal ).
Para ir cerrando la idea, esta muy bueno hablar de alargar la vida, pero cuidado con obsesionarnos, por que podríamos cometer el mismo error que Titón, hijo del Rey de Troya, que enamoró a la Diosa Eos y le pidió la inmortalidad, gracias a la intervención de Zeus, Eos se la concedió, pero Titón olvido un pequeño detalle, pedir también la juventud eterna. Asi pues, vivió para siempre, como ansiaba, pero fue envejeciendo, arrugándose y encogiéndose, hasta acabar convertido en una cigarra inmortal.
Esta fábula griega nos avisa de que no sirve de nada incrementar sustancialmente la esperanza de vida si no conseguimos además evitar los procesos degenerativos propios de la edad.
Por lo tanto no solo tenemos que intentar vivir más, sino mejor.